JUAN:
- Jaimito, ¿cuánto es 2 por 2?
- Empate.
- ¿Y cuánto es 2 por 1?
- Oferta.
- Juanito, dime una palabra que tenga varias «oes».
- Goloso.
- Muy bien, ahora tú Pablo.
- Horroroso.
- Muy bien, te toca Jaimito.
- ¡Gooooool!
- Jaimito, dime dos pronombres.
- ¿Quién, yo?
- Correcto.
- Jaimito, ¿qué te pasa?
- Que no sé escribir el número 33, señorita.
- Es muy fácil, primero un 3 y después otro 3.
- Sí señorita, pero no sé cual de los dos 3 se escribe primero.
-
Jaimito, dime una palabra que empiece por la letra M.
- Cacerola.
- ¿Dónde tiene la cacerola la M, Jaimito?
- En el mango.
.
- Por favor, ¿el capitán? - Por babor. - Por babor... ¿el capitán?
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Ordena el capitán: - ¡Suban las velas! Y los de abajo se quedaron a oscuras.
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desde cuando cree que eres un perro Desde que era un cachorro. | | |
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¡Socorro, me ha picado una víbora!
- ¿Cobra?
- No, gratis.
- Pepito, ¿qué da el peral?
- Peras, señorita.
- Muy bien ¿y el melocotonero?
- Melocotones, señorita.
- A ver Jaimito, ¿el cedro da alguna fruta?
- Claro que sí, señorita, el cedro da «trocino».
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La profesora castiga a Jaimito:
- Escribe cien veces: «No debo hablar en clase».
Y Jaimito escribe: «(No debo hablar en clase) x 100».
En clase, explica la profesora:
- Todas las personas tenemos un pie más pequeño que el otro.
- Yo todo lo contrario, lo que tengo es un un pie más grande que el otro.
- El siglo XXI será el siglo de los adelantos.
- Entonces, ¿por qué no nos adelantan las vacaciones?
- La cigüeña es un ave zancuda...
- No nos venga con cuentos, «profe», que ya tenemos edad para saber que la cigüeña no existe.
- En esta clase, el 50% de los alumnos no sabe calcular correctamente.
- ¡Pero si sólo somos 25, profe!
En clase de inglés, pregunta Jaimito:
- Señorita, ¿qué quiere decir «nothing»?
- Nada.
- Algo querrá decir, ¿no?
- Señorita, ¿qué quiere decir «why»?
- ¿Por qué?
- Por saberlo.
Jaimito y sus amigos:
En la estación del tren, Pedrito pregunta a Jaimito:
- Si aquel tren fuera de chocolate ¿por dónde empezarías a comértelo?
- Por las ruedas, así no se me escaparía.
Le dice un compañero de clase a Jaimito:
- Jaimito, te sabes las tablas de multiplicar que mañana las pregunta la profesora.
- No.
- Haz como yo y escríbelas en el cuello de la camisa.
Al día siguiente dice la profesora:
- Jaimito, dime las tablas de multiplicar.
- Sí «profe», dos por uno dos, tres por cuatro doce, cinco por seis treinta... cien por cien algodón.
Jaimito y su mamá:
- Mamá, mamá, ¿las peras son transparentes?
- No, hijo mío.
- Entonces he comprado un kilo de bombillas.
- Mamá, mamá, ¿los bombones tienen patas?
- No, hijo mío.
- Entonces me he comido una cucaracha.
- Mamá, mamá, hoy casi saco un 10.
- ¡Muy bien, Jaimito, pero... ¿por qué «casi»?
- Porque se lo pusieron al niño que se sienta a mi lado.
Jaimito se está tomando la sopita que le había preparado su mamá y pregunta:
- Mamá ¿papá por qué es calvo?
- Porque es inteligente y tiene muchas cosas en qué pensar -responde su madre-.
- Y entonces... ¿tú por qué tienes tanto pelo?
- ¡Cómete ya la sopa!
(Enviado por Julia Téllez de Valladolid, España).
- Mamá, mamá, ¿los caramelos tienen ruedas?
- No hijo mío.
- Entonces me comi un autito.
(Enviado por Gregorio Giuliano Albo, de Córdoba, Argentina).
- Mamá, mamá, ¿en qué mano va este guante?
- En la derecha.
- ¿Y el otro?
- Mamá, mamá, no me esperes esta tarde.
-¿Por qué, Jaimito?
-Porque ya llegué.
- Mamá, mamá, la comida está muy rica.
- Pues repite, hijo, repite.
- Mamá , mamá, la comida está muy rica.
- Mamá, mamá, mi redacción ha conmovido a la maestra.
- ¿De veras?
- Sí, me ha dicho que daba pena.
(Enviado por Silvia Galera Esteban).
- Mamá, mamá, ¿me puedes dar 2 euros para un pobre hombre que está gritando en la calle?
- Jaimito, ¡qué corazón más grande tienes! ¿Qué es lo que grita ese hombre?
- Esto... ¡Helados a 2 euros!
- Mamá, mamá, hoy en la escuela hemos aprendido a hacer explosivos.
- ¡Qué bien, Jaimito! ¿y mañana qué os van a enseñar en la escuela?
- ¿Qu¡Botellón!, ¡desembotellónate!
(Enviado por Juan Enrique y David de Humilladero, Málaga)
Tan caro es ese carro
que por caro no compro el carro.
La punta de la pita pincha.
¿Por qué pincha la punta de la pita?
En el campo hay una cabra
ética, perlética,
pelapelambrética;
pelúa,
pelapelambrúa.
Tiene los hijitos
éticos, perléticos,
pelapelambréticos,
pelúos,
pelapelambrúoshay una plaza,to
que gusta mi gusto.
(Enviado por Susana W. Aguirre de Michoacán, México)
Francisco le dio un mordisco a un disco y lo hizo cisco.
(Trabalenguas original de Francisco J. Briz)
- Come coco, compadre, compre coco.
- No compro coco, compadre,
porque el que poco coco come,
poco coco compra.
(Enviado por Ramón Lema)
El cloro no aclara
la cara del loro con aro de oro,
claro que el cloro aclara
el aro de oro en la cara del loro.
(Enviado por Andrés Buono-Core)
Dijo un jaque de Jerez
con su faja y traje majo:
«Yo al más guapo el juego atajo,
que soy jaque de ajedrez».
Un gitano que el jaez
aflojaba a un jaco cojo,
cogiendo, lleno de enojo,
de esquilar la tijereta,
dijo al jaque: «Por la jeta
te la encajo si te cojo».
«Nadie me moja la oreja»,
dijo el jaque, y arrempuja;
el gitano también puja,
y uno aguija y otro ceja.
En jarana tan pareja
el jaco cojo se encaja,
y tales coces baraja,
que al empuje del zancajo,
hizo entrar sin gran trabajo,
a gitano y jaque en caja.
(Enviado por Alberto García Besada, Rabat, Marruecos)
Tengo una muñeca despezcuecipelicrespa,
¿quién la despezcuecipelicrespará?
El despezcuecipelicrespador
que la despezcuecipelicrespe,
buen despezcuecipelicrespador será.
(Enviado por Aula de Loscos)
En el cerro de Parangaricutirimicuaro,
mataron un parangaricutirimicuador,
quien me lo desemparangaricutirimicuare,
será un buen desemparangaricutirimicuador.
(Enviado por José Martín Téllez Reyes, Michoacán, México.)
El amor es una locura
que ni el cura lo cura
y si el cura lo cura
es una locura de cura.
Enviado por Humberto Ferretti (Dedicado a Mutti de Klein Floh, Sudamérica)
Comí chirimoyas... me enchirimoyé,
para desenchirimoyarme,
¿cómo me desenchirimoyaré?
(Con cariño desde la ciudad de las chirimoyas, Carolina Subiabre, Quillota, Chile)
Cerezas comí,
cerezas cené,
de tanto comer cerezas...
me encerecé.
(Enviado por Jesús Benito de la Torre)
No hay quien me ayude a voces
a decir tres veces ocho:
ocho, corcho, troncho y caña,
caña, troncho, corcho y ocho.
(Enviado por Alberto García Besada, Rabat, Marruecos)
é escuela?
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¡Botellón!, ¡desembotellónate!
(Enviado por Juan Enrique y David de Humilladero, Málaga)
Tan caro es ese carro
que por caro no compro el carro.
La punta de la pita pincha.
¿Por qué pincha la punta de la pita?
En el campo hay una cabra
ética, perlética,
pelapelambrética;
pelúa,
pelapelambrúa.
Tiene los hijitos
éticos, perléticos,
pelapelambréticos,
pelúos,
pelapelambrúos.
En la ciudad de Pamplona
hay una plaza,
en la plaza hay una esquina,
en la esquina hay una casa,
en la casa hay una pieza,
en la pieza hay una cama,
en la cama hay una estera,
en la estera hay una vara,
en la vara hay una lora.
La lora en la vara,
la vara en la estera,
la estera en la cama,
la cama en la pieza,
la pieza en la casa,
la casa en la esquina,
la esquina en la plaza,
la plaza en la ciudad de Pamplona.
Una vieja tecla, mecla,
chiririgorda, sorda y vieja,
tenía siete hijos teclos, meclos,
chiririgordos, sordos y viejos.
Si la vieja no hubiera sido
tecla, mecla, chiririgorda, sorda y vieja,
los hijos no habrían sido
teclos, meclos, chiririgordos, sordos y viejos.
Si su gusto no gusta del gusto
que gusta mi gusto,
que disgusto se lleva mi gusto
al saber que su gusto
no gusta del gusto
que gusta mi gusto.
(Enviado por Susana W. Aguirre de Michoacán, México)
Francisco le dio un mordisco a un disco y lo hizo cisco.
(Trabalenguas original de Francisco J. Briz)
- Come coco, compadre, compre coco.
- No compro coco, compadre,
porque el que poco coco come,
poco coco compra.
(Enviado por Ramón Lema)
El cloro no aclara
la cara del loro con aro de oro,
claro que el cloro aclara
el aro de oro en la cara del loro.
(Enviado por Andrés Buono-Core)
Dijo un jaque de Jerez
con su faja y traje majo:
«Yo al más guapo el juego atajo,
que soy jaque de ajedrez».
Un gitano que el jaez
aflojaba a un jaco cojo,
cogiendo, lleno de enojo,
de esquilar la tijereta,
dijo al jaque: «Por la jeta
te la encajo si te cojo».
«Nadie me moja la oreja»,
dijo el jaque, y arrempuja;
el gitano también puja,
y uno aguija y otro ceja.
En jarana tan pareja
el jaco cojo se encaja,
y tales coces baraja,
que al empuje del zancajo,
hizo entrar sin gran trabajo,
a gitano y jaque en caja.
(Enviado por Alberto García Besada, Rabat, Marruecos)
Tengo una muñeca despezcuecipelicrespa,
¿quién la despezcuecipelicrespará?
El despezcuecipelicrespador
que la despezcuecipelicrespe,
buen despezcuecipelicrespador será.
(Enviado por Aula de Loscos)
En el cerro de Parangaricutirimicuaro,
mataron un parangaricutirimicuador,
quien me lo desemparangaricutirimicuare,
será un buen desemparangaricutirimicuador.
(Enviado por José Martín Téllez Reyes,
Michoacán, México.)
El amor es una locura
que ni el cura lo cura
y si el cura lo cura
es una locura de cura.
Enviado por Humberto Ferretti
(Dedicado a Mutti de Klein Floh, Sudamérica)
Comí chirimoyas... me enchirimoyé,
para desenchirimoyarme,
¿cómo me desenchirimoyaré?
(Con cariño desde la ciudad de las chirimoyas,
Carolina Subiabre, Quillota, Chile)
Cerezas comí,
cerezas cené,
de tanto comer cerezas...
me encerecé.
(Enviado por Jesús Benito de la Torre)
No hay quien me ayude a voces
a decir tres veces ocho:
ocho, corcho, troncho y caña,
caña, troncho, corcho y ocho.
(Enviado por Alberto García Besada, Rabat, Marruecos)